Cuando llegasteis
al colegio hace tres años, teníais
las mochilas llenas de baberos, clínex,
algunos miedos, muchas ganas de correr por los pasillos, los babis y las sábanas
marcados con todos los animales de zoológico,
y también vimos algún
que otro chupete, que se coló
a hurtadillas con la intención
de consolaros si os acordabais de mamá.
Luego
fuisteis creciendo, aprendisteis a abrocharos el botón
del babi: tira con tirita y ojal con botón,
a coger la cuchara con el pulgar hacia arriba para no tirar el puré,
a hacer pis antes de la siesta, a bajar y subir las escaleras siempre con una
mano en la pared, a pedir perdón
con el corazón cuando hacíais
daño a algún
amigo.
Después
vinieron los números,
las letras, las series, las regletas, el inglés,
los trabajos en equipo y las asambleas matinales, que se hacían
interminables por vuestras enormes ganas de hablar.
Y hace bien poquito,
habéis aprendido a leer y escribir, una
ultima adquisición que os
permitirá descifrar infinidad de secretos y
tesoros en la vida.
Juntos
hemos aprendido a tener paciencia cuando las cosas tardan en llegar, a
compartir pegamentos, pinceles y sonrisas, a escucharnos hasta el final sin
interrumpir, a sumar y restar, a bailar, a dibujar, a llevar colchonetas en
equipo, a construir castillos, a teñir
margaritas, a esquilar ovejas, uf!, hemos hecho un montón
de cosas
Pero por encima de
cualquier aprendizaje curricular, quiero que sepáis
que me siento muy orgullosa de vosotros,
cuando cada día os observo desde mi sitio sin que apenas os deis cuenta: cuando
respetáis los turnos en la oca, cuando os
veo correr en el recreo para consolar a un pequeño
que se ha caído, cuando os
retiráis al rincón
de la calma porque las emociones os sobrepasaban y no os dejan pensar, cuando
os atáis los cordones casi sin mirar,
cuando buscáis a un
mediador que os ayude a resolver un problema, cuando hacéis
un hueco en la línea a ese
amigo que ha llegado tarde, cuando hacéis
tantas y tantas cosas que no se enseñan
en los libros pero que, ya sabéis, son muy importantes para mi.
Ahora
seguís vuestro camino, vais a primaria
llenos de ilusión y de
inocencia, valientes como leones, dispuestos a luchar contra molinos y a
imaginar jardines llenos de arcoíris
y unicornios.
Nunca olvidéis
que, como dijo WALT DISNEY: “Todos vuestros sueños se pueden volver realidad si tenéis fuerza para
perseguirlos”
Un abrazo muy fuerte
para todos !!!